Pájaros en un viñedo de la Manchuela
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Los beneficios medioambientales de la agricultura ecológica.

Desde nuestra perspectiva la agricultura tiene dos fines que no nos atrevemos a jerarquizar, naturalmente tendemos a pensar más en el primero de ellos, es decir, en el beneficio para nuestra salud que proporciona una nutrición en la que los pesticidas no lleguen a entrar en nuestro organismo, pero el segundo fin es realmente importante también y es el que tiene en cuenta los beneficios para el medio ambiente de este tipo de agricultura con respecto a la agricultura convencional. De este segundo asunto, de los beneficios medioambientales de la agricultura ecológica trata precisamente este artículo.

Viñedo ecológico de Albarín blanco
Mariquita en un racimo en formación en el viñedo de El Sueño de las Alforjas, en Valdevimbre (León).

La organización internacional que agrupa al movimiento de la agricultura ecológica a nivel internacional, cuyo acrónimo en inglés es IFOAM (International Federation of Organic Agriculture Movements) define la agricultura orgánica (ecológica, orgánica y biológica son sinónimos) de la siguiente forma:

“La agricultura orgánica es un sistema de producción que mantiene y mejora la salud de los suelos, los ecosistemas y las personas. Se basa fundamentalmente en los procesos ecológicos, la biodiversidad y los ciclos adaptados a las condiciones locales, sin usar insumos que tengan efectos adversos. La agricultura orgánica combina tradición, innovación y ciencia para favorecer el medio ambiente que compartimos y promover relaciones justas y una buena calidad de vida para todos los que participan en ella.”

IFOAM – Organics International

Vemos que dentro de la definición del IFOAM el cuidado al medio ambiente juega un papel central. Pero es preciso concretar más, precisamos ennumerar esos beneficios y para ellos nos remitimos a otra organización internacional, la FAO que es la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura y en cuya web encontramos un artículo (en inglés) que explicita cuales son las ventajas medioambientales de la agricultura ecológica.

Sostenibilidad a largo plazo

La agricultura orgánica tiene en cuenta los efectos a medio y a largo plazo de las intervenciones agrícolas. Se propone producir alimentos de forma compatible y simultanea con el establecimiento de un equilibrio ecológico para proteger la fertilidad del suelo y evitar problemas de plagas. La agricultura biológica es proactiva y preventiva, no simplemente reactiva, asume un planteamiento activo en vez de afrontar los problemas conforme se presenten.

Suelos

Las prácticas de enriquecimiento de los suelos difieren radicalmente de las práctics convencionales. Estas prácticas se sustentan sobre la rotación de cultivos, los cultivos mixtos, las asociaciones simbióticas, los cultivos de cubierta, los fertilizantes orgánicos y la labranza mínima, que benefician a la fauna y la flora del suelo, mejoran la formación de éste y su estructura, propiciando sistemas más estables. A su vez, se incrementa la circulación de los nutrientes y la energía, y mejora la capacidad de retención de nutrientes y agua del suelo. Estas técnicas de gestión también son importantes para combatir la erosión, se incrementa la biodiversidad del suelo y disminuyen las pérdidas de nutrientes, lo que ayuda a mantener y mejorar la productividad del suelo.

Cubierta vegetal de viñedo de Ronda en invierno
Cubierta vegetal en invierno en el viñedo de Schatz en Ronda (Málaga)

Agua

Se evita la contaminación de las corrientes de agua subterráneas con fertilizantes y plaguicidas sintéticos. Se utilizan fertilizantes orgánicos como el compost, el estiércol animal y el abono verde. La mayor biodiversidad de especies cultivadas y vegetación permanente hacen que mejoren la estructura del suelo y la filtración del agua. Los sistemas orgánicos bien gestionados, con mejores capacidades para retener los nutrientes, reducen drasticamente el peligro de contaminación del agua subterránea.

Aire

La agricultura ecológica reduce la utilización de energía al disminuir la necesidad de sustancias agroquímicas, cuya producción y transporte requiere una gran cantidad de combustibles fósiles. La agricultura bio contribuye a paliar el efecto invernadero y el calentamiento del planeta mediante su capacidad de retener el carbono en el suelo. Prácticas agrícolas como la minimización de la labranza, la devolución de los residuos de las cosechas al suelo, la utilización de cubiertas vegetales y las rotaciones, así como la mayor utilización de leguminosas que contribuyen a la fijación del nitrógeno, incrementan la devolución de carbono al suelo, lo que eleva la productividad y favorece el almacenamiento de carbono.

Biodiversidad

Los agricultores ecológicos son promotores de la biodiversidad. En la vertiente genética, prefieren las semillas tradicionales y adaptadas, por su mayor resistencia a las enfermedades y a las presiones del clima. Por la parte de las especies, diversas combinaciones de plantas y animales optimizan los ciclos de los nutrientes y la energía para la producción agrícola. En el plano del ecosistema, mantiene espacios naturales dentro y alrededor de los campos de cultivo, así como que no se utilicen insumos químicos, propiciando un hábitat adecuado para la flora y la fauna silvestres.

La utilización frecuente de cultivos de rotación para restablecer la fertilidad del suelo, reduce la erosión de la agrobiodiversidad y crea una reserva de genes más sana, que es la base de la futura adaptación. Al proporcionarse estructuras que ofrecen alimento y abrigo, y al no utilizarse plaguicidas, se propicia la llegada de especies nuevas o que otras anteriores vuelvan a colonizar la zona orgánica, especies de flora y de fauna -como algunas aves- y organismos benéficos para el sistema orgánico, como polinizadores y depredadores de las plagas.

Pájaros en el viñedo de Vega Tolosa, en Casa Ibáñez, Albacete

Los organismos modificados geneticamente

La utilización de OMG en los sistemas orgánicos no se permite en etapa alguna de la producción, elaboración o manipulación de alimentos orgánicos. Como no se conocen cabalmente las posibles repercusiones de los OMG en el medio ambiente y en la salud, la agricultura orgánica está adoptando una perspectiva de precaución y prefiere fomentar la biodiversidad natural. La etiqueta orgánica, por lo tanto, asegura que no se hayan utilizado OMG intencionalmente en la producción y elaboración de los productos orgánicos. En la publicación de la FAO “Los Organismos Modificados Genéticamente, Los Consumidores, La Inocuidad De Los Alimentos Y El Medio Ambiente” se presenta un análisis detallado de los OMG.

En definitiva, al preferir alimentos ecológicos, el consumidor no sólo cuida de su salud, sino que también utiliza su poder de compra en favor de un sistema agrícola menos contaminante y de la disminución de los costos ocultos de la agricultura para el medio ambiente, desde el punto de vista del deterioro de nuestro planeta.

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